Por: Rosa Ferrer
La bodega del Thetis, el barco del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), contenía ayer un cargamento especial: objetos que acababan de ser rescatados del fondo del mar, en el puerto natural que conforma la cala de Cap Roig, en L'Ampolla. La carga parece insignificante, apenas algunas ánforas rotas, pero contiene esencias de la historia del Mediterráneo.
Esos cuellos cerámicos han permanecido bajo el agua, absorbiendo sal, durante más de 2.000 años. Son indicios de la existencia, en ese punto de la costa del Ebro cercano a una playa repleta de turistas, de una zona de fondeo en la que, en la época romana, las embarcaciones se detenían antes de remontar el río hacia el interior de la Península.Un lugar a resguardo de los envites del mar y apropiado para intercambiar mercancías entre un barco y otro.
La bodega del Thetis, el barco del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), contenía ayer un cargamento especial: objetos que acababan de ser rescatados del fondo del mar, en el puerto natural que conforma la cala de Cap Roig, en L'Ampolla. La carga parece insignificante, apenas algunas ánforas rotas, pero contiene esencias de la historia del Mediterráneo.
Esos cuellos cerámicos han permanecido bajo el agua, absorbiendo sal, durante más de 2.000 años. Son indicios de la existencia, en ese punto de la costa del Ebro cercano a una playa repleta de turistas, de una zona de fondeo en la que, en la época romana, las embarcaciones se detenían antes de remontar el río hacia el interior de la Península.Un lugar a resguardo de los envites del mar y apropiado para intercambiar mercancías entre un barco y otro.
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