Vaticano confirma hoy el hallazgo del sarcófago de San Pablo en Roma.
El rabino que más influyó en la historia del mundo —después de Jesús de Nazaret— murió decapitado en Roma bajo el emperador Nerón y fue enterrado en las afueras de la ciudad junto a la Vía Ostiense. Pablo de Tarso, viajero incansable y autor de la mitad de los textos del Nuevo Testamento, vino como prisionero a Roma en dos ocasiones. La primera estancia, de un par de años, terminó con su puesta en libertad. La segunda, en cambio, con la ejecución. Sobre su tumba se han alzado sucesivas basílicas que han sepultado cada vez más el sarcófago ROMANO original. Excavando un pequeño túnel, el arqueólogo Giorgio Filippi ha conseguido encontrarlo, y el Vaticano confirmará el hallazgo hoy.
En una gruesa lápida de mármol aparece la inscripción «PAULO APOSTOLOMART» («A Pablo, apóstol y mártir»). Faltan las tres últimas letras de la palabra «MARTYRI» debido a la rotura de la losa, trasladada a su actual posición en el siglo IV.
San Pablo, antes Saulo, natural de la ciudad de Tarso, en la actual Turquía, era un gran perseguidor de los cristianos, hasta que se convirtió tras tener una visión, tras caer de su montura, en el camino de Damasco años después de la muerte de Cristo. Tras años de lucha por el cristianismo, por lo que fue llamado Apostol de los Gentiles, murió decapitado en el año 65.
Según ha anunciado Montezemolo, se ha intentado visualizar el contenido del sarcófago a través de rayos X, pero el grosor de las paredes de mármol del féretro lo impide, por lo que se estudia la posibilidad de abrirlo. Ahora se espera el permiso papal para abrir el sarcófago.
Para saber más... ABC. 11-12-2006; o aquí.
El rabino que más influyó en la historia del mundo —después de Jesús de Nazaret— murió decapitado en Roma bajo el emperador Nerón y fue enterrado en las afueras de la ciudad junto a la Vía Ostiense. Pablo de Tarso, viajero incansable y autor de la mitad de los textos del Nuevo Testamento, vino como prisionero a Roma en dos ocasiones. La primera estancia, de un par de años, terminó con su puesta en libertad. La segunda, en cambio, con la ejecución. Sobre su tumba se han alzado sucesivas basílicas que han sepultado cada vez más el sarcófago ROMANO original. Excavando un pequeño túnel, el arqueólogo Giorgio Filippi ha conseguido encontrarlo, y el Vaticano confirmará el hallazgo hoy.
En una gruesa lápida de mármol aparece la inscripción «PAULO APOSTOLOMART» («A Pablo, apóstol y mártir»). Faltan las tres últimas letras de la palabra «MARTYRI» debido a la rotura de la losa, trasladada a su actual posición en el siglo IV.
San Pablo, antes Saulo, natural de la ciudad de Tarso, en la actual Turquía, era un gran perseguidor de los cristianos, hasta que se convirtió tras tener una visión, tras caer de su montura, en el camino de Damasco años después de la muerte de Cristo. Tras años de lucha por el cristianismo, por lo que fue llamado Apostol de los Gentiles, murió decapitado en el año 65.
Según ha anunciado Montezemolo, se ha intentado visualizar el contenido del sarcófago a través de rayos X, pero el grosor de las paredes de mármol del féretro lo impide, por lo que se estudia la posibilidad de abrirlo. Ahora se espera el permiso papal para abrir el sarcófago.
Para saber más... ABC. 11-12-2006; o aquí.
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